lunes, 22 de abril de 2013




FIESTA DE LOS SANTOS

      El día de los Santos era una jornada de celebración y tradiciones de rancio sabor.
   Algunas gastronómicas y otras sociales sin olvidar el importante componente religioso y de recuerdo a los difuntos. Además de las tradicionales gachas que aún se siguen preparando, era habitual llevar calabazas y boniatos al horno para asarlos, elaborar el pan de higos o los deliciosos "casaos o casamientos" que no son otra cosa que higos secos rellenos de bellotas y nueces. Las castañas asadas, bien en la propia casa o bien por las castañeras de la calle, la ensalada de calabaza, las rosas de piña y la carne de membrillo completaban el bodegón gastronómico que abría en noviembre con los productos típicos de estas fechas.
 En el plano social han desaparecido
la mayoría de las costumbres pero algunas persisten como la de tapar las cerraduras de las puertas con los restos de gachas y calabaza, como una broma o con la intención de manifestar el interés por la muchacha que ahí viva.
  Los monaguillos salían a las  calles por la tarde a pedir  dinero
 y comida, como gachas, higos, membrillos, pan de higos o granadas para las ánimas benditas. Éstos eran los encargados de que las campanas de la iglesia estuvieran sonando toda la noche en recuerdo de los difuntos.
   Estos días eran apropiados, por otra parte, para que algunas personas ganaran algo de dinero. Era una práctica habitual enviar a gente para que mantuviera mariposas de aceite y faroles toda la noche encendidos en el cementerio(este trabajo solían hacerlo viudas o gente que trabajaba durante todo el año para alguien).


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